Llega un momento en la vida de todo padre que nos tenemos que empezar a plantear el tema de las redes sociales. A lo mejor no hemos crecido con ellas. A lo mejor ni siquiera tenemos perfil en ninguna de ellas. Pero nos guste o no, las redes sociales son una parte más de este mundo y, nos guste o no, nuestros hijos van a estar en ellas de una forma u otra. Y siempre tenemos que tener en cuenta que en internet todo se sabe (como en los pueblos) y todo se queda (olvidar olvidar, no olvida).
En sus primeros años van a interactuar poco, por no decir nada, pero ya sea en fotos de la fiesta de unos amiguetes de la escuela o en las fotos de la tía, la del pueblo, que le ha cogido el gustito a esto del ordenador y el internet y, como está jubilada y tiene mucho tiempo, se dedica a presumir de su sobrinito.
Ante esto, pedagogía, solo podemos intentar educar para reducir la exposición en las redes sociales de nuestros menores…
Pero poco a poco irán creciendo y esta exposición de su vida en la comunidad virtual la harán ellos mismos. De la misma forma que lo harán en la calle, en la escuela y en todas partes. De poco servirá que les prohibamos navegar por internet o tener perfil en Facebook. Además que no sería sensato ya que es una parte mas de la vida, de su vida y del mismo modo que no le prohibimos que salga a jugar al parque no podemos vetarle la vida virtual.
Cuándo nosotros eramos niños quizás era más fácil: seguramente solo se podía acceder a internet desde el ordenador del salón, el único ordenador de la casa. Pero ahora no! La cosa ha cambiado mucho y en una misma casa hay varios puntos de acceso a la red: el móvil, la tablet, el portátil, la televisión… Cómo vamos a vetar lo que está tan accesible? Yo no lo recomiendo. Por mucho que se puedan tener programas de control parental y tengan que dejar el móvil en una caja en el comedor, acabarán accediendo a internet, tendrán perfiles en redes sociales y, lo que es peor, a escondidas.
Como todo desde que nacen, les tendremos que enseñar a que tengan un buen sentido común y hagan un buen uso de ello. Llega un momento que nos piden ir al parque solos y, al principio, quizás no les dejamos ir pero llega un momento que acabaran yendo solos al parque. Lo que hacemos como padres es explicarles y enseñarles a ir al parque, de los peligros y de las ventajas, y darles herramientas para que puedan desenvolverse con normalidad y seguridad. He puesto el ejemplo de el parque, pero estas herramientas se las vamos dando para todos sus aspectos de su vida. Entonces, si esta vida virtual es un aspecto más de la cotidoniedad de nuestras vidas actuales, porqué no hacer lo mismo? Explicarles, enseñarles que es internet, las redes sociales, sus ventajas y sus peligros. Tienen que saber que es un mundo por descubrir en el que encontrarán muchas ventajas pero que no es oro todo lo que reluce y que, si bien todo tiene apariencia de normalidad, a veces no siempre es así.
Tenemos que hacerles saber como comportarse en la red, como actuar, que hacer y que no hacer. Hay muchos conceptos: phishing, scamming, grooming… Pero en realidad todo es más simple de lo que parece. Verdad que no vamos por la calle y le decimos a un desconocido todos nuestros datos personales que no queremos que sepa? Pues tienen que saber que en la red hay que actuar de la misma forma. Como padres sabemos que llegará ese día en que van a querer salir con los amigos a la discoteca y, como ya lo sabemos, los vamos preparando para que puedan ir con el máximo de garantías. ¿Porqué no hacer lo mismo? Llegará un día en que estarán en las redes sociales y se expondrán públicamente en internet. Pues ese es nuestro trabajo, enseñarles a caminar por un mundo virtual maravilloso y, por lo menos intentar, que puedan desenvolverse con naturalidad y seguridad y tengan la consciencia que lo que digan y hagan en internet siempre quedará y no sabemos cuando o como va a ser utilizada…